Sin maquillaje/ arlamont@msn.com/ 19 octubre 2025

Sin maquillaje/ arlamont@msn.com/ 19 octubre 2025

¿HAY MUCHO?

¿Ha habido migraciones chinas considerables en nuestro país? Me da la impresión de que ahora veo más chinos que antes, aclaro, sin que sea racismo, sólo observación.

R. Véalo así, el comercio entre México y China ha crecido notablemente en los últimos años, posicionando a China como uno de los socios económicos y migratorios más relevantes.

En 2024, China se confirma como la tercera fuente más grande de migrantes que llegan a México, lo que representa un cambio social importante.

El aumento de la migración china ha sido excepcional, con más de 42 millones de incremento en llegadas irregulares en cinco años.

Por ejemplo, en 2019 sólo se registraron 33 ciudadanos chinos en condición irregular; en 2023, la cifra superó los 14 mil y en los primeros siete meses de 2024 se agregaron más de 11 mil 200.

La mayoría se instala en la Ciudad de México, especialmente en el Centro Histórico y colonias con comunidades chinas consolidadas, donde abren nuevos negocios y adquieren propiedades.

Muchos migrantes de esta nueva ola son personas con preparación académica que buscan oportunidades comerciales o laborales en México y aprovechan la creciente actividad bilateral.

El fenómeno migratorio está ligado al crecimiento económico entre ambos países. China es hoy el segundo socio comercial de México, con grandes inversiones en sectores como manufactura e infraestructura.

A estos factores se suman la búsqueda de oportunidades, la cercanía con Estados Unidos, los vínculos familiares y, en algunos casos, la participación de redes organizadas en la migración irregular.

¿SE PUEDE OLER?

Dicen por ahí que el miedo se puede oler, ¿es cierto?

R. Le comparto que el miedo es una de las emociones más primitivas y poderosas del ser humano. Cuando sentimos pánico, el cuerpo libera adrenalina, lo que desencadena una serie de cambios fisiológicos.

En ese estado de alerta, también se liberan compuestos químicos a través del sudor, y lo sorprendente es que estos compuestos tienen un olor específico que funciona como señal de miedo.

Este olor es distinto al del sudor común y, aunque la mayoría de las personas no lo perciben conscientemente, su presencia demuestra que nuestras emociones más intensas son difíciles de ocultar.

Un estudio reciente publicado por Psicología hoy documentó este fenómeno de forma experimental. Los participantes vieron videos diseñados para provocar miedo mientras llevaban almohadillas bajo las axilas para recolectar el sudor.

Luego, ese sudor fue presentado a otro grupo de personas, quienes lograron distinguir entre el sudor generado por miedo y el sudor neutral únicamente por el olor.

Este hallazgo sugiere que el cuerpo humano no sólo reacciona internamente al miedo, sino que también lo comunica químicamente al entorno. Es una forma de lenguaje invisible, una señal ancestral que puede influir en el comportamiento de quienes nos rodean. En otras palabras, aunque intentemos mantener la calma, el cuerpo puede estar gritando lo contrario sin que lo sepamos.

Leer más

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario